En el coche, de camino a Alfaro, pudimos ver a escasos metros sobrevolándonos una joven oropéndola, siempre tan esquiva, ¿sería el preludio de una bonita mañana pajarera?.
Sotos o bosques unidos al agua. En esta zona riojana, el Ebro se ensancha formando toda serie de meandros, cortados fluviales, islas. En fin un paraje natural privilegiado.
Nada más llegar a la margen del río nos vimos sorprendidos por una hermosa garcilla cangrejera.
Muy cerquita, una garza imperial inmadura era acosada por una malhumorada garza real.
Lo mismo hacía un águila real con un halcón al que no logramos identificar mientras sobrevolaban el soto de La Nava.
Varias aguilillas calzadas en fase pálida han estado merodeando toda la mañana por los alrededores de la franja fluvial, por lo menos eran cuatro.
Muy recomendable es el paseo por el soto del Estajao en el que puedes adentrarte, gracias a unas pasarelas de madera, de lleno en una de las zonas inundables.
Como eran fiestas en Alfaro, todo el lugar estaba muy tranquilo y libre de paseantes para disfrute y deleite de aficionados a la ornitología.
Por lo demás, martín pescador, chorlitejo chico, andarríos chico, abejarucos, aviones zapadores y papamoscas cerrojillos entre los más destacables.
Para poner la guinda a la jornada pudimos observar al pico picapinos en la zona de plantación de chopos.
Malas noticias nos llegan de la ZEPA riojana Arnedillo - Peña Isasa donde la colonia de buitres, una de las más importantes de la península, sólo ha logrado sacar adelante a un pollo, después de que en años anteriores se daba una media de 40 a 50 pollos.
Y la población ha pasado de 200 parejas a 40. Parece ser que la falta de alimento es la causa de tan malos resultados. Urge la toma de medidas por parte del gobieno riojano para la habilitación de muladares en la zona.
Iñaki Vega
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