miércoles, 29 de junio de 2011

Garzas reales en el Oria

El río Oria tuvo durante años el dudoso honor de ser considerado uno de los ríos más contaminados de Europa.
Al estar localizado en una cuenca eminentemente industrial y muy poblada, sus aguas mostraron durante décadas signos inequívocos de degradación, ya fuera por el color que teñía sus aguas, por la densa espuma que lo poblaba o por el olor nauseabundo que despedía. En definitiva, una perfecta cloaca.


En las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado, la crisis industrial afectó especialmente a las papeleras de la zona. Esto unido a la puesta en marcha de depuradoras y al control-saneamiento de las aguas residuales, ha hecho que el Oria haya mejorado ostensiblemente.
Las aves son un perfecto bioindicador de su estado. Su capacidad de desplazamiento les permite abandonar cualquier enclave cuando éste pierde calidad biológica y hace que permanezcan en el cuando les es proclive.


Son muchas las citas de aves, algunas especialmente relevantes, que se han observado en el entorno de este río en estos últimos años. En este caso centramos nuestra atención en una especie no especialmente emblemática, aunque no por ello menos importante: la Garza real, y concretamente en la colonia asentada en el Alto Oria. Nuestro compañero Joseba, ya nos informó en marzo de la ocupación de la misma. Ahora aportamos datos de cría.


Esta temporada se han contabilizado ocho nidos ubicados en un bosquete mixto de frondosas y coníferas, de los que al menos tres han sido ocupados. Han salido adelante 11 polluelos. Concretamente tres nidadas de 4-4 y 3 crías. No se ha podido comprobar la cría en el resto de nidos, alguno de ellos con escaso armazón, por lo que pensamos han sido construidos este mismo año.
Por cierto que de uno de los nidos donde han criado este año no queda rastro. Quizás un rayo o un fuerte vendaval lo haya destruído.


En uno de los robles, las crías más tardías apuran su estancia en el nido. Los calores sofocantes de estos últimos días de junio, hacen que busquen protección en la sombra, donde se muestran jadeantes. De esta manera hiperventilan el aparat0 respiratorio y disipan calor corporal.























La continuidad de esta colonia de Garzas reales es un síntoma más de la regeneración paulatina que se está dando en el Oria, y que nos invita a un mínimo optimismo.
Aún queda mucho por hacer en el entorno de este río (sobran los vertidos tóxicos ocasionales, la amenaza de nuevas urbanizaciones en su ribera, los descarnados encauzamientos ...), pero una vez más la Naturaleza da muestra de su capacidad de recuperación a poco que se la respete.

Alfredo V.

martes, 21 de junio de 2011

Excursión a la laguna de Las Cañas y al Cañón del rio Leza (II).


Tras el caluroso paseo por la Laguna de Las Cañas y ya cerca del mediodía nos acercamos al Embalse de la Grajera para comer aprovechando la zona preparada al efecto como área recreativa que sirve a la ciudad de Logroño, y en donde se realizan distintas actividades de educación ambiental.


Allí coincidimos con un cetrero, que nos explicó con lujo de detalles sobre esta rapaz Norteamericana que posee, muy utilizada en Aeropuertos, basureros y cualquier sitio de control de fauna ornitológica en La Península ibérica,


A la tarde seguimos por tierras riojanas, marcada por sus campos de vid y adentrándonos en El Cañón de Rio Leza, espectacular espacio natural que recomendamos visitar. Descendimos paralelamente al rio por un camino colgado, pero sin peligro alguno, acondicionado con barandillas y miradores con bancos en los que descansar disfrutando de la oportunidad, un lugar mágico, que termina en el bonito pueblo de Soto en Cameros.





En sus cortados pudimos observar a las grandes carroñeras, un buen número de Buitres leonados cicleando y algún polluelo aburrido de esperar, se oían chillidos de pollos de Peregrino y vimos un adulto pero no fue posible detectar el nido, otro macho de esta rara Curruca Cabecinegra nos deleitó con su melodía y una pareja de Roquero solitario (el macho posó para nuestro grupo, pero como suele pasar, se agoto la batería de la cámara) fueron el broche final a una jornada que según avanzaba el día amenazaba lluvia, y de la que solo probamos unas gotas en el comienzo del desfiladero.

 Paisaje brusco, sobrecogedor, de cuyas impresiones conservamos la huella.


jueves, 16 de junio de 2011

EIDER

SORPRESA en TXINGUDI ó
El PATITO FEO que se CONVERTIRÁ en el MÁS BELLO del ÁRTICO



Casi es como nuestro lema: “En Txingudi-Plaiaundi siempre hay algo interesante que ver.” Este domingo 12 de junio, se produjo uno de esos encuentros inesperados, un joven macho de Eider. El ave daba claras notas de un estado saludable y capturaba y engullía cangrejos con asombrosa rapidez y facilidad.


Algunos datos sobre esta especie tan poco habitual por aquí y menos aún en estas fechas:

Es el pato marino más grande del Hemisferio Norte. Su peso es de media 1800 grs.,pero puede variar entre 850 grs. a 3025 grs., dependiendo de la raza, sexo y época del año.
Hay 4 especies: El Común (Somateria mollissima), el Real (Somateria Spectabilis), el de Fischerf (Somateria fischeri) y el de Steller (Polystica stelleri).



El plumaje pasa por varias etapas hasta su madurez sexual que es a los 3 años en el caso de los machos. Entre las 3 semanas y los 3 años, los machos mudarán en 8 ocasiones. Pueden llegar a vivir 20 años en libertad, una de las mayores esperanzas de vida entre los patos marinos, pero en cautiverio es bastante menos.

Es un pato grande de complexión pesada, tiene entre 60-70 cms. de longitud y una envergadura de 1 metro, las patas se unen al cuerpo en una posición bastante retrasada, lo que le favorece el impulso en el agua, pero lo hace un animal de torpes movimientos en tierra.
Lo que más llama la atención de este Ánade es la cabeza larga y baja, sin que se le aprecie frente.


Son aves de costa y visitan ocasionalmente aguas dulces, se alimentan buceando desde la superficie a fin de coger moluscos, crustáceos y otros invertebrados acuáticos, a los cangrejos les quitan todas las extremidades antes de comerlos.

Las especies Común y Real tienen una distribución circumpolar, mientras que las otras dos (la de Fischer y la de Steller) viven en las Costas Árticas de Siberia y de Alaska.
El Eider común ha desarrollado 5 razas geográficas distintas, la de Europa, S.M. Mollissima, que cría en Islandia hasta Nueva Zambla, la del Pacífico, S.M.V-Nigra, que cría desde el Nordeste de Asia hasta el Noroeste de Canadá, la Septentrional, S.M.Borealis, que cría en el oeste de Groenlandia y Nordeste de Canadá, la Americana, S.M.Dresseri, que cría principalmente en la Bahía de Hudson y la raza de Las Feroes, S.M.Faeroensis, que cría en las islas de su nombre.


Los polluelos de Los Eideres, al igual que otras de patos marinos, abandonan el nido poco después de la eclosión, acompañan a la madre hasta el agua, y tras unas horas bucean y capturan bajo la superficie su propio alimento. Jóvenes de Eider común a menudo se benefician de las "tías" que son las hembras no reproductivas. Estas "tías" se reúnen alrededor de nidos que contengan huevos para incubarlos o de pollos para acompañarles al agua con su madre y así protegerles contra los posibles depredadores.



El plumón con que se recubren sus nidos (Edredón) es un medio aislante de excelente calidad, apreciado desde hace siglos por el hombre en muchas partes del mundo. Por este motivo en Islandia se protegen a estas aves y se las estimula a anidar (la recogida de edredón tiene cierta importancia en este país). Por este país hay “granjas” dedicadas a la cría donde se recoge ese plumón que la hembra se arranca del pecho para formar el nido. Ese plumón se recoge poco después de la puesta y la hembra lo sustituye por un segundo recubrimiento que se recoge también después de la eclosión.


De ahí la voz de Edredón (castellanización de la palabra ingles "Eiderdown"). El anidamiento en granjas se favorece facilitándoles nidales y protegiéndolas de predadores como el Zorro Ártico. A menudo se adornan las granjas con banderolas y se colocan instrumentos musicales de carácter eólico, ambas cosas parecen servirles de estimulo. Los habitantes del Ártico lo utilizan desde hace tiempo para  confeccionar ropa y como elemento decorativo. Ello ha dado origen a un autentico arte, que entre los esquimales de Canadá, todavía perdura.



Suelen reunirse en bandadas numerosas de inmaduros e individuos no reproductores. Y en invierno forman enormes bandos (estos ya generales) que se compactan para pasar la noche en alta mar. También cuando caen mucho las temperaturas minimizan su gasto energético al estar inactivos.



Es un invernante escaso en La Costa Cantábrica e irregular en La Levantina

Joselu G. Quintas

lunes, 6 de junio de 2011

Excursión a la laguna de Las Cañas y al Cañón del rio Leza (I).



Acabamos de recibir los nuevos folletos de SEO/BirdLife para la CAPV en donde aparecen la nueva relación de IBAs (Areas Importantes para las Aves) según los criterios establecidos por Birdlife. Ha habido algunos cambios que iremos comentando pero en esta ocasión no podemos dejar de mencionar que la correspondiente a Las Cañas se ha ampliado con las alavesas lagunas de Laguardia.

 
Garza imperial
Y es que parece lógico unificar en un solo espacio protegido esta serie de lagunas endorréicas de características y fauna común con colonias de ardeidas que se intercomunican aunque pertenezcan a dos Comunidades autónomas diferentes.

Curruca cabecinegra

 El pasado domingo día 29 se llevó a cabo la excursión abierta al público general y organizada por SEO Donostia. Buena asistencia en día soleado y cálido con amenaza tormentosa vespertina, que quiso respetarnos hasta el final del recorrido, por la Laguna navarra cercana a la población de Viana, dentro del camino de Santiago y al Cañón de Rio Leza.




 Las Cañas es un lagunato natural situado en los límites de Navarra y en las cercanías de la ciudad de Logroño. Recibe aportaciones de pequeños arroyos que no llegan a conectar con el cauce del Rio Ebro próximo muriendo aquí. La intensa evaporación hace que las aguas sean salobres aunque no las inhabilitan para el riego. A tal efecto se ha construido un dique que le permite aumentar su capacidad de embalse.


Garcilla bueyera

Se llega a través de la carretera que une Viana con el límite riojano y se puede entrar por una trocha rural que conduce al Centro de Interpretación del humedal en el Observatorio del Bodón. De aquí parte un camino bien señalizado que rodea el lagunato aunque todas las colonias de ardeidas se sitúan actualmente en los carrizales situados al sur. Hace años los Martinetes se podían observar emperchados en los tamarices más cercanos al observatorio.


Dice un ornitólogo amigo que en Las Cañas se puede observar cualquier ave europea, si se tiene un poquito de paciencia. Y es verdad porque siempre sorprende.



 
La excursión llegó a tierras Navarras con un sol abrasador y un ambiente cargado, a nadie de los 32 adultos y 2 niños se le olvido coger su gorro o el pañuelo para cubrirse.



Al llegar a La Laguna de Viana nos sobrevoló un Aguila calzada en fase clara(rapaz bonita y elegante), los cantos carrasposos de Carriceros tordales y los trinos de los Trigueros eran abundantes acompañándonos por el camino. Cigüeñas blancas, un veloz Alcotán sobrevolaban la zona y 3 Aguiluchos laguneros,2 jovenzuelos, se disputaban una presa mientras la madre miraba.


Garcetas comunes, Garcillas bueyeras, Garzas imperiales, Martinetes y Garzas reales campeaban en un ir y venir el tupido e impenetrable carrizal, para alimentar a sus respectivos polluelos, algunos ya grandotes.


También anotamos Gorriones chillones y los coloridos Abejarucos están atareados con sus proles, estos últimos no paran de aportar Mariposas, Abejas, Avispas y Libélulas a sus insaciables polluelos.

Chorlito gris
Tuvimos la suerte de ver una joya de la avifauna, un macho de Curruca cabecinegra, el cual incansablemente cebaba a dos ya polluelos bien desarrollados.



 Dos Urracas, una Tórtola europea, un Chorlito gris (con un precioso plumaje estival), Somormujos lavancos, Fochas (con pollitos), parejas de Pardillos, Porrones comunes, fueron algunas de las especies que se dejaron ver.
 

Colonia de Garcilla bueyera