domingo, 25 de agosto de 2013

CALENDARIOS y FRONTERAS NATURALES



Mientras nosotros llenamos los almanaques con días laborables y festivos, eventos sociales, religiosos o deportivos, la Naturaleza perpetúa sus ciclos vitales.
Mientras nosotros llenamos los mapas de líneas divisorias, lindes y dominios, naciones, geografías inventadas e interesadas, las criaturas silvestres transitan tierras y mares, cumpliendo un milenario rito de supervivencia.
Tiempo y espacio, espacio y tiempo, son los parámetros que podemos captar los simples observadores en la incansable búsqueda de atrapar el conocimiento, las respuestas, que nos ayuden a no interferir y preservar el mayor de los legados que nos ofrece el mundo: la dinámica existencial de los seres vivos.

La migración otoñal ya empieza a mostrarse y son cientos de miles las aves de numerosas especies que, solas o en grupo, discretas o perceptibles, tempranas o tardías, en largo o en corto, pasarán sobre nosotros impulsadas por un irrefrenable impulso genético y vital. Solo hace falta tener atentos mente y sentidos, lo demás lo ofrecen ellas, sin contraprestaciones.



En Salburua (Vitoria-Gasteiz) las Cigüeñas blancas se concentran, llegadas de variados orígenes, para acumular fuerzas y continuar viaje dirección a tierras africanas. Igualmente, hacia allí se dirige una joven Cigüeña negra a su paso por Jaizubia (Txingudi), pero viajando en solitario.



Negros también, los Vencejos, hace días que dejaron vacíos nuestros cielos de sus veloces siluetas y sus agudos chirridos.


Abandona el posadero de la laguna de San Joakin la Garza imperial, el impulso de seguir es mayor que el de reposar.


Abejeros europeos, de incontables variantes de plumaje, ganan altura para continuar dirección Sur. Sur, siempre al Sur.



Con un poco de atención, siempre que distancias y luces lo permitan, las rapaces nos desvelarán su identidad, como esta inconfundible Aguililla calzada.


Blanquinegra, pero muy distinta, es este Águila pescadora, que repone energías en el estuario del Bidasoa. Van llegando dispersas y, en ocasiones, coinciden más de una en el enclave.



Por el mismo espacio, deambulan de un lado a otro los Zarapitos, reales y trinadores, junto a otras limícolas a la espera que la bajamar descubra los lodos pletóricos de alimento.


Si ayer chirriaban los Vencejos, hoy chirrían los Charranes patinegros. Aún ceban a sus crecidos pollos y se toman merecido descanso en los querenciosos posaderos.



Los más menudos de entre los pájaros se hacen presentes casi por cualquier rincón, que es como se presentan los Papamoscas cerrojillos en estas fechas.



Más discreto es el mimético Torcecuello que, habiendo dejado atrás el tiempo de sus reclamos, resulta más difícil de localizar.


Ya los Estorninos pintos van agrupándose en sus abigarrados bandos. “Un río vivo de sombra, es un cometa de pequeños corazones innumerables” (Pablo Neruda).


Sin más ambición que mostrar unas pequeñas pinceladas del inmenso mural de la migración (y por el mar es otro universo), desearos y desearnos, un paso otoñal pleno de observaciones, citas y sensaciones. 

viernes, 9 de agosto de 2013

Alimoche inmaduro

 Sai zuri/Alimoche/Neophron percnopterus
 
El día 11 del pasado mes de junio, en una de nuestras salidas camperas, por la sierra de Aralar (Sierra compartida por Gipuzkoanos y Navarros), observamos la presencia de este ejemplar de alimoche (Neophron percnopterus).
 

 Sai zuri/Alimoche/Neophron percnopterus
 Sai zuri/Alimoche/Neophron percnopterus
 
 En un principio pensamos que se trataba de un ejemplar del año, pero observándolo con más detenimiento llegamos a la conclusión de que se trataba de un inmaduro. Los ejemplares del año son más oscuros.

 Sai zuri/Alimoche/Neophron percnopterus
 
El ejemplar dio varios círculos y al cabo de varios minutos desapareció tras un collado. Esta especie se considera vulnerable en el  catalogo vasco de especies amenazadas. Más información en Aranzadi. El color de la cabeza era de color amarillo, que como bien explica Marcos Lacasa en su libro sobre Rapaces, se debe a la alimentación, en concreto a la síntesis de la luteína, un carotenoide presente en huevos de otras aves, saltamontes y heces del ganado. Al final una foto de un adulto.

 Sai zuri/Alimoche/Neophron percnopterus
Sai zuri/Alimoche/Neophron percnopterus

viernes, 2 de agosto de 2013

LA NATURALEZA EN CASA

He estado disfrutando las tres últimas semanas de unas vacaciones en mi pueblo materno que es un entrañable lugar de la campiña burgalesa llamado Villaquirán de la Puebla. Me he llevado el telescopio por si acaso pero lo he tenido más que complicado para salir al campo por las obligaciones familiares más que nada (sarna con con gusto no pica).

Pero el caso es que he podido disfrutar como pocas veces del espectáculo que nos ofrece la naturaleza sin salir de casa.

Para comenzar me ha estado visitando esta lechuza todas las noches. Tenía uno de sus posaderos favoritos en un palomar a unos 30 metros en linea recta desde mi ventana.

Hontza zuri - Tyto alba


Su canto traqueteante me ha estado despertando día sí y día también. Sobre todo la primera semana que me levantaba de la cama para observarla. Llegaba hacia las doce, luego se iba y volvía hacia la una y así durante toda la jornada nocturna.

Hontza zuri - Tyto alba

Después ya no la hacía caso (a menos que quisiera seguir teniendo al día siguiente unas ojeras de espanto).

Hontza zuri - Tyto alba


El avión común ha vuelto a anidar otro año más en la cornisa del tejado de la casa. Como es típico de estos pajarillos, se afanaban en dar a sus retoños el alimento necesario para su sustento, yendo y viniendo sin descanso.

Enara azpizuri - Delichon urbicum


También un gorrión común ha sacado adelante a una cría en la pared de piedra de la trasera del corral aunque de este no tengo imagen gráfica.

El único día que salí, a escasos metros de casa pude observar a este jovenzuelo de cernícalo que descansaba en esta pared ruinosa de lo que en su tiempo fue un gran palomar.

Belatz gorri - Falco tinnunculus


Los dos progenitores le observaban desde el viejo chopo (al fondo de la imagen) siguiendo atentamente sus evoluciones.


Este viejo chopo también era compartido por palomas torcaces y tórtolas, dos especies que gozan de una gran salud por toda la zona.


Usapal arrunt - Streptopelia turtur

Este sapo también nos visitó. Las niñas la observaban sin perder detalle antes de dejarle seguir su camino.



Nos hemos dejado abierta, un par de días seguidos, la ventana de la ganbara (un gran desván del que no hacemos casi uso) y al entrar en ella nos ha sorprendido una pareja de golondrinas revoloteando en él. Para nuestra sorpresa estaban reconstruyendo un antiguo nido que hasta ahora nos había pasado prácticamente desapercibido.



Hemos decidido dejar esa ventana abierta hasta que volvamos a acercarnos por allí a mediados de Agosto y ya os contaremos sus evoluciones.


Enara arrunt - Hirundo rustica