sábado, 27 de abril de 2013

TYTO ALBA en AÑUA




La iglesia de la Natividad de Añua, en plena llanada alavesa, además de un rico legado histórico artístico acoge, desde el pasado domingo 21 de abril, un nuevo hogar para Lechuzas.


De la mano del nuevo Grupo Local de SEO/BirdLife “SEO Betsaide” y con la colaboración del Ayuntamiento de Elburgo – Burgeluko Udala, del que su  alcaldesa Mª Natividad López nos abrió las puertas, celebramos lo que bien podríamos llamar el “Día de la Lechuza”. A esta convocatoria nos sumamos, como no podía ser menos, SEO Donostia, y allí nos encontramos y participamos en las actividades como si de un solo GL se tratara.




Plumas, egagrópilas, garras, cuidadosas y logradas ilustraciones, material gráfico y libros, todo recopilado con especial cariño principalmente por Norber y Joselu, puesto a la vista y al tacto, envuelto en explicaciones que intentaban dar respuesta a las innumerables preguntas sobre las Lechuzas para, así, conocerlas y aprender a quererlas.



El numeroso público que se acercó al recién construido centro cultural pudo disfrutar, y de hecho lo hizo, con una exposición de variados elementos relacionados con la biología de esta rapaz nocturna, un taller donde los txikis realizaron caretas del ave protagonista, una apasionada y didáctica charla de Gorka Belamendia y, como colofón, la instalación de una caja anidadera, bajo tejado y sobre la cúpula del templo, no lejos de un ventanuco al exterior.




El lema, “Aliada de la agricultura en la llanada Alavesa”, es decir su papel de controlador biológico de las poblaciones de roedores que afectan a los cultivos, y unas cuantas fotos de la jornada sirven para hacerse una idea de lo que allí se presentó y que tan buena acogida tuvo entre los asistentes.









Luego de emplazada la caja, no podía faltar la visita a la torre de la iglesia. Al arrimo de los añosos metales y melenas de las cuatro campanas, la llanada queda a nuestros pies, ofreciendo vistas del tierno cereal que alterna con la tierra desnuda de la recién recogida remolacha. Bosquetes salteados y ribeteando los modestos riachuelos. A lo lejos aún se distingue nieve, que recuerda al reciente invierno, en los montes de Aizkorri-Aratz.




Casi cuesta creer que las Lechuzas no encuentren oportunidades de proliferar en estos magníficos paisajes que parecen diseñados para ellas. Si de las mismas fuentes de alimento viven otras rapaces diurnas, como Cernícalos y Aguiluchos pálidos, la falta de sustento no es la causa de la falta de Lechuzas. El problema reside en la escasez de huecos adecuados para  traer al mundo a su descendencia, y eso es justamente lo que se busca solventar con las cajas de anidar.



Tras un picoteo en animada conversación, no podíamos volver a casa sin acercarnos a Salburua y echar una ojeada a lo que por el humedal se deja ver en estos días. Más que descripciones verbales os dejamos unas fotos.




Solo nos queda invitaros a visitar el blog de nuestros compañeros de SEO Betsaide, con quienes por proximidad, no solo geográfica, seguro que compartiremos más actividades:


jueves, 18 de abril de 2013

PICONEGRAS ALEMANAS




No es frecuente la presencia de Pagazas piconegras en el estuario del Bidasoa. Las poblaciones que crían en la península Ibérica, lógicamente no atraviesan nuestro territorio en sus viajes migratorios. Son tan solo los ejemplares de las pequeñas poblaciones del norte, de camino a África y de  retorno a sus colonias de Jutlandia, los que pueden encontrar en Txingudi estación de reposo y alimentación.


De tan escaso contingente, el de esta pequeña población reproductora en Dinamarca y Alemania, es normal que no se tenga información exhaustiva y abundante sobre sus rutas y pasos migratorios. Aunque se presupone que viajan bordeando las costas de Holanda, Bélgica, Francia, España y Portugal antes de cambiar de continente probablemente por el estrecho de Gibraltar. En los mapas de distribución también sugieren una ruta mucho más directa y “vertical”, atravesando el centro de Europa y entrando en África por Túnez o Argelia tras sobrepasar Córcega y Cerdeña.
Estas que os mostramos parecen coincidir con la primera de las opciones.




Cabría la posibilidad de que las Pagazas piconegras de esta cita pudiesen tener su origen, aunque solo sería una hipótesis, en ejemplares en un movimiento de dispersión previo a la verdadera migración desde sus criaderos ibéricos, pero las anillas de colores de sus patas despejan todas las dudas.





Vamos con los datos verificados de esta observación especial, ya que no tenemos constancia de otra similar y anterior, con lo que presumimos que es el primer registro de estas características.

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Observador (y fotógrafo): Iñaki Vega
Lugar: Bahía de Txingudi, Parque Ecológico Plaiaundi
             Irun, Gipuzkoa (ES) 43º20´00´´N – 01º47´00´´W
Fecha: 1 de septiembre de 2012





Como se puede apreciar en las fotos, estos dos jóvenes ejemplares no estaban solos, y no se despegaban de dos adultos a los que reclamaban insistentemente comida y que, por lógica, serían sus progenitores. Esta conducta nos es familiar en los Charranes patinegros, con los que, por otra parte no sería difícil confundirlos en la distancia y las reverberaciones que produce el calor en los limos intermareales, lo que da a la cita un plus por el mérito del observador.


Nuestros agradecimientos desde aquí a Klaus Günther,  aunque no lea estas líneas, el responsable del anillamiento de estos ejemplares, por remitirnos los historiales y muy en especial a Alfredo Herrero Gorrotxategi, que probablemente sí lea esto, por su inestimable colaboración en la tramitación de la lectura de estas anillas, e incontables más, desde hace ya unos cuantos años.



Más información sobre la especie: