lunes, 23 de agosto de 2010

Las Cigüeñas de Salburua y la fuerza vital

Foto: Ramón Elosegui - Salburua (hacer doble clic sobre la foto)
Ya han pasado las mareas vivas más amplias del año preludio de las equinocciales que, aunque en Vitoria no las notamos, marcan el arranque oficial de los procesos migratorios posnunciales. También se abre la media veda para los cazadores, que algunas especies de aves sentirán en sus carnes.



El humedal de Salburua está perdiendo agua a buen ritmo reproduciendo de forma artificial lo que son los ciclos naturales y lo preparan para la retirada de la vegetación que se considera crece en exceso. Sigue la tendencia de acumulación de Cigüeña blanca, espectáculo que no deja de asombrarnos y que merece la pena ver.


Aunque los del Grupo Txepetxa se quejan de una bajada en el número de individuos anillados, para el aficionado común no escasean las observaciones. Buen paso de Papamoscas cerrojillo, Pardillo y un número desacostumbrado de Bisbitas comunes y Jilgueros. A mediodía y cuando calienta un poco el sol, se ven y oyen por todos los lados los Abejarucos. Ya tenemos ocho Espátulas, una de ellas anillada. Agachadizas, Avefrías, Correlimos comunes, Andarríos grandes, chicos y bastardos, Chorlitejo grande y el Rascón que cada vez se muestra más aguerrido. Cuando le parece bien, el Avetorillo nos muestra sus tres pollos.



Llamamos la atención sobre esta Cigüeña de la foto sacada en Salburua el pasado sábado que demuestra como la belleza natural también encierra tragedias.

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