Estos últimos días han venido precedidos por la acumulación de grandes contingentes de Grullas que se encontraban estacionadas en el centro de Alemania, desde donde han ido partiendo rumbo suroeste hacia tierras francesas, iniciando la primera gran oleada en su migración otoñal.
Son aproximadamente las mismas fechas año tras año, y coinciden con la llegada de las primeras unidades a la Reserva de Saint Martín de Seignanx (Bergusté), en la Aquitania francesa. Es por eso que nos hemos trasladado hasta allí en varias ocasiones en los últimos días, para darles la bienvenida.
Esta Reserva Natural, curiosamente gestionada por una Asociación de cazadores, está situada a 70 km. de Donostia-San Sebastián y a unos 18 km. al este de Baiona.
Todavía muestra un aspecto escaso en cuanto al número de aves presentes, pero se llenará de bullicio y algarabía en las próximas semanas.
No obstante, ya se pueden observar un buen número de anátidas. Desde la única torreta de observación divisamos nutridos grupos de Cercetas y Azulones, y tampoco faltan Silbón europeo, algún Pato cuchara…
Además, 1 Aguilucho lagunero, 2 Busardos ratoneros (uno muy claro), un grupo de Avefrías, 2 Garcetas grandes, 9 Espátulas (entre ellas una anillada en Holanda), algún Archibebe claro, Correlimos común, Garcetas comunes, Garzas reales, 6 Ansares, Cormorán grande, Pito real, Urracas, Cornejas que forman un pequeño dormidero al igual que las Tórtolas turcas, Martín pescador, alguna Garcilla bueyera …
No obstante, ya se pueden observar un buen número de anátidas. Desde la única torreta de observación divisamos nutridos grupos de Cercetas y Azulones, y tampoco faltan Silbón europeo, algún Pato cuchara…
Además, 1 Aguilucho lagunero, 2 Busardos ratoneros (uno muy claro), un grupo de Avefrías, 2 Garcetas grandes, 9 Espátulas (entre ellas una anillada en Holanda), algún Archibebe claro, Correlimos común, Garcetas comunes, Garzas reales, 6 Ansares, Cormorán grande, Pito real, Urracas, Cornejas que forman un pequeño dormidero al igual que las Tórtolas turcas, Martín pescador, alguna Garcilla bueyera …
Hasta ahora no se ha formado dormidero, ni de Garcetas comunes ni de Garcillas bueyeras, algo que era habitual otros años. Los pocos ejemplares de estas especies que vemos por la zona, parten al atardecer con rumbo incierto.
Y como no, también podemos observar a las esperadas Grullas. Las primeras en arribar a la Reserva lo hicieron el 15 de octubre, coincidiendo con un gran pase por Gipuzkoa de Grullas, Torcaces y Malvices. Este último fin de semana ya se acercaban al centenar.
Llegan cansadas, pero como el lugar les da seguridad, enseguida se relajan y descansan. Unas recogen una de sus patas y dormitan, otras, exhaustas por el viaje, llegan a tumbarse…
Y como no, también podemos observar a las esperadas Grullas. Las primeras en arribar a la Reserva lo hicieron el 15 de octubre, coincidiendo con un gran pase por Gipuzkoa de Grullas, Torcaces y Malvices. Este último fin de semana ya se acercaban al centenar.
Llegan cansadas, pero como el lugar les da seguridad, enseguida se relajan y descansan. Unas recogen una de sus patas y dormitan, otras, exhaustas por el viaje, llegan a tumbarse…
Entre ellas, hay dos ejemplares que demuestran año tras año su querencia y fidelidad por este enclave, al que vuelven desde el año 2007. Uno de ellos, el ejemplar A, en el 2010 llegó con su cría. Este año también han llegado los dos, pero la cría, ejemplar A1, unos días más tarde.
A A1
El otro “veterano” anillado, ejemplar de la foto B, ha llegado con su pareja y la cría, y se mantienen a cierta distancia del resto, como suelen hacer, a veces, las unidades familiares. Tanto unas como otras son nacidas en Alemania.
A estos ejemplares alados se añaden 5 huidizos Corzos, 2 adultos y 3 crías, que corretean por las praderas del humedal, por las que también pastan un buen número de cabezas de vacuno.
También habrá que mencionar al invasor Coipú, roedor semiacuático americano, que con su dieta básicamente herbívora y su hábito de excavar orificios y madrigueras, tanto daño está causando.
También habrá que mencionar al invasor Coipú, roedor semiacuático americano, que con su dieta básicamente herbívora y su hábito de excavar orificios y madrigueras, tanto daño está causando.
A media mañana nos trasladamos a la Reserva Natural de Marais D´Orx, espacio situado a escasos 15 km., y que es un complemento perfecto a la jornada de pajareo.
Lo que más llama la atención de esta gran planicie inundada, son los diques de contención que separan los distintos niveles de agua, las estructuras donde se ubican las bombas de extracción y los canales que lo circundan.
Ya en el siglo XVIII se dieron las primeras tentativas de desecación, pero no fue hasta el siglo XIX, cuando se crearon los polders y canales con objeto de crear las primeras tierras cultivables.
En 1863, por deseo expreso del Emperador Napoleón III, se instalaron las famosas bombas de extracción que trasladan el agua a los canales exteriores.
Actualmente, para gestionar el lugar se siguen utilizando estos mismos elementos del pasado, con los que se controlan los diferentes niveles de agua.
Actualmente, para gestionar el lugar se siguen utilizando estos mismos elementos del pasado, con los que se controlan los diferentes niveles de agua.
En 1989 el Conservatoire de l´Espace Littoral et des Rivages Lacustres, con la ayuda financiera de WWF, adquiere una gran parte del dominio. Posteriormente, unas 800 Ha son clasificadas como Reserva Natural.
Desde entonces, se ha convertido en una formidable área de descanso para miles de aves, y es reconocida su importancia, especialmente para la invernada de las anátidas.
Dispone de un Centro de interpretación, la “Maison de Marais”. Para quien tenga interés, abre de lunes a viernes de 10 a 12 y de 14 a 17 horas. Los festivos sólo de 14 a 17 horas.
A escasos metros de la misma, parte un recorrido muy cómodo a través de la zona sur de la Reserva ( Marais Barrage).
Ya desde el comienzo del recorrido, se observan en el interior de la laguna Sur un grupo de Espátulas, que han ido variando en número (entre las 55 Espátulas del día 16 de octubre y las 18 de este último sábado).
Seguimos por el camino de arena entre sauces, robles y chopos, desde donde observamos distintas especies en el vaso lagunar: Correlimos común, Menudo y Zarapitín, Chorlitejo grande, Andarríos chico, 6 Garcetas grandes, Garcetas comunes, 10 Cigüenas blancas, 40 Garzas reales, 35 Avefrías, unos 60 Ansares lejanos en la distancia, 1 Faisán escurridizo en mitad de camino, Lavanderas blancas, 1 Cisne negro en una de las isletas …
En cuanto a las rapaces, aparecen 1 Busardo ratonero y 3 Aguiluchos laguneros. Además, se ven y escuchan en el entorno peri-lagunar, Arrendajos, Cornejas, Urracas, un Pájaro moscón, Petirrojos, Pinzones, Jilgueros, Verdecillos, Ruiseñor bastardo, Pardillos, Mosquiteros… y los últimos Papamoscas cerrojillos, como este fotografiado en un sauce ribereño.
Entre las anátidas, encontramos Cercetas comunes, Anade azulón, alguna pareja de Silbón europeo, unos pocos Frisos, algún Porrón común aislado y sobre todo Patos cucharas, en número cercano al medio millar.
En los escasos terrenos pedregosos, precisamente en uno de los diques de contención que separan la lámina de agua de los canales, es donde hemos podido observar esta Collalba gris, que formaba parte de un grupo familiar de 3 ex., mostrándose bastante confiada.
También aquí se ven sin dificultad los invasores Coipús, que dejan innumerables rastros en la senda del circuito y entre la vegetación. La zona este, Marais Burret, también ha sido invadida, en esta caso por una especie de planta, concretamente la Ludwigia peploide (Duraznillo de agua).
Por la tarde, de vuelta a la Reserva de Bergusté, podemos contemplar como se ha ido incrementando el número de Cigüeñas (cerca de 80). Sus espectaculares crotoreos resuenan en toda la Reserva.
Por lo tardío de la cita, por su plumaje con profusión de tonos cálidos-rojizos y el tamaño, que parecía algo más grande de lo normal, pudiera tratarse de una Oenanthe Oenanthe leucorhoa, recién llegada de Islandia o Groenlandia.
También aquí se ven sin dificultad los invasores Coipús, que dejan innumerables rastros en la senda del circuito y entre la vegetación. La zona este, Marais Burret, también ha sido invadida, en esta caso por una especie de planta, concretamente la Ludwigia peploide (Duraznillo de agua).
Por la tarde, de vuelta a la Reserva de Bergusté, podemos contemplar como se ha ido incrementando el número de Cigüeñas (cerca de 80). Sus espectaculares crotoreos resuenan en toda la Reserva.
Tanto en Marais(1) como aquí (2), los nidos están ocupados, llegando en algún momento la pareja, ha iniciar seudo-rituales de cortejo. No nos extraña debido a las altas temperaturas de los últimos días, que seguramente las tienen algo confundidas.
También aparecen por el humedal tres raposos, que con sus juegos y cabriolas, convierten la escena en un espectáculo delicioso. Bien que lo disfrutamos, a pesar de que sabemos, - es la ley de la supervivencia-, predan sobre las aves de la Reserva.
Pero quedaba una sorpresa final: cuando se apagaban los últimos rayos de sol, apareció con vuelo rasante y pesado, y perseguida por 3 Cornejas, un Aguila moteada. Fiel a su cita de todos los años, fue el broche final a unas jornadas intensas por la Aquitania francesa.
Con estas últimas imágenes en nuestra retina, abandonamos la torre-vigía para emprender el camino de vuelta. No es una despedida, porque en las próximas semanas habrá más ocasiones para la visita.
Joselu G. Quintas y Alfredo Valiente
Todas las fotografías han sido realizadas en estos últimos días.
También aparecen por el humedal tres raposos, que con sus juegos y cabriolas, convierten la escena en un espectáculo delicioso. Bien que lo disfrutamos, a pesar de que sabemos, - es la ley de la supervivencia-, predan sobre las aves de la Reserva.
Pero quedaba una sorpresa final: cuando se apagaban los últimos rayos de sol, apareció con vuelo rasante y pesado, y perseguida por 3 Cornejas, un Aguila moteada. Fiel a su cita de todos los años, fue el broche final a unas jornadas intensas por la Aquitania francesa.
Con estas últimas imágenes en nuestra retina, abandonamos la torre-vigía para emprender el camino de vuelta. No es una despedida, porque en las próximas semanas habrá más ocasiones para la visita.
Joselu G. Quintas y Alfredo Valiente
Todas las fotografías han sido realizadas en estos últimos días.
Interesante lugar....y buen dia aprovechado, un placer leerlo.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Campero, por tus constantes comentarios en nuestro blog.
ResponderEliminarAlfredo