Ha sido la noticia de estos últimos meses en Salburua: han pasado con nosotros el invierno un grupo de catorce Barnaclas cariblancas. Y es que parece que se encuentran a gusto aquí desde que, durante las últimas semanas del otoño, las vimos por primera vez.
De las Barnaclas que suelen hacer su acto de presencia en el litoral cantábrico cuando aprietan los inviernos más al norte, la cariblanca es quizás la oca salvaje menos frecuente. Fácil de identificar por su color blanco y negro, con las partes inferiores grises y el obispillo muy blanco.
Cría en el norte de Escandinavia y las zonas costeras más duras de Groenlandia y bajan a invernar al norte de Irlanda y Escocia en donde permanecen hasta que el día alarga mucho.
En estas fechan que anticipan primavera y que ya vemos los primeros síntomas de celo en Zampullines, Fochas y se aprecian los primeros vuelos en tándem de las rapaces más frecuentes, las barnaclas están mostrando más movilidad dentro de Salburua. Reposan en algún islote y además de pastar en sus lugares habituales ya sobrevuelan las áreas circundantes con vuelos en formación. Cualquier día de estos nos dejarán.
Se les ve fuertes y bien nutridas, a ver si corren la voz y vuelven el año que viene con alguna de sus compañeras para celebrar la Capitalidad Verde de Vitoria – Gasteiz.
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