La Llanada Alavesa encierra el mayor reservorio de agua disponible en nuestro País Vasco. Las cuencas que vierten al Cantábrico son cortas y de caudales reducidos que no podemos embalsar al estar ocupados los valles por industrias y poblados.La poca tierra plana cultivable está aquí. Suelo franco, a veces algo pedregoso y muy cargado de agua superficial en un acuífero cuaternario que desde los años 50 del siglo pasado ha servido para el riego de los cultivos.
Ahora se riega menos al disminuir la producción de patata y remolacha, pero aún y todo se vienen construyendo balsas en lugares elevados y que acumulan el agua de cualquier regata. Hay muchas de estas balsas en los alrededores de Vitoria-Gazteiz y algunas se están convirtiendo en humildes humedales que tendremos que tomar muy en cuenta en nuestras observaciones.Cuando se visita Salburua se recomienda completar el viaje acercándose al Parque de Mendixur, en los embalses del Zadorra, y no seremos nosotros los que digamos lo contrario, pero ahora podéis también visitar estas balsas artificiales muy cercanas y de gran interés.
La semana pasada visitamos una de ellas. Está situada junto al pueblo de Añúa (Elburgo) y no tiene una extensión mayor de 3 o 4 hectáreas.Se sitúa en la parte baja de las laderas de los Montes de Vitoria más orientales y el cuerpo de agua se rodea de un camino bien pavimentado por donde se puede circundar el lagunato. Vegetación espesa pero que permite la observación, con encinas, melojos y un rico sotobosque de arbustos de zarzamora, arán, saúco y alguna madreselva madura.
En el agua una buena población de Fochas, azulones, Porrón europeo, algún Porrón moñudo, Zampullines chicos y una cincuentena de Patos colorados.En la orilla corretean los Andarríos chicos y en los lindes del bosque buen paso de Bisbita ribereña alpina.En Salburua: las anátidas invernantes en aumento. Cercetas comunes, Anade friso, Porrón europeo, etc. Avefrías, Garcilla bueyera. Aguilucho lagunero. La vegetación muy otoñada.
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