viernes, 22 de abril de 2011

La ZEPA del río Martín (Teruel).


Collalba rubia
Las ZEPAS aragonesas ocupan casi el 18 por ciento de su territorio y sin que por alabar unas desmerezcamos al resto, debemos pararnos en la que acabamos de visitar y que se centra en los desfiladeros del rió Martín situados en el centro-este de Teruel. Es un conjunto paisajístico de tonos fuertes con grandes paquetes rocosos surcados por los ríos Martín, Escuriza y Cabra que se encajonan en tajos descarnados formando acantilados en donde se asientan nuestras mejores colonias de Buitres leonados, con varios territorios de Aguila perdicera, Alimoche, Aguila real, Halcón peregrino y otras rupícolas con abundantes poblaciones de Chova piquirroja.

Cernícalo común

La ZEPA que comentamos se reparte en tres comarcas turolenses: Las llamadas Cuencas Mineras, la de Andorra – Sierra de Arcos y el bajo Martín. Nosotros nos centraremos en un pequeño tramo vistoso e interesante bajo el punto de vista del avistamiento pajarero.

Circuito recomendado
Recomendamos el siguiente circuito: Partiendo de la población de Montalbán nos dirigimos por la carretera N- 211 a Castel de Cabra y de aquí por una carreterita comarcal a Torre de Arcas. Desde este punto sale una pista rural tortuosa pero de buen firme que asciende desde los 700 metros de altitud, hacia el norte, hasta las plataformas calizas más altas (1200 m.s.n.m.) para volver a bajar a la población de Obón con los mismos metros de altitud de los que partimos. Zonas muy interesantes bajo el punto de vista botánico, con tamarices, coscojales, jinebros, romerales, plantaciones de coníferas locales, algunas manchas de encinas y sabinares. Rodales húmedos salitrosos con juncales rodeados de algunos mosaicos de cereales de secano y barbechos, en un trayecto de unos cinco kilómetros.

Milano negro
Interesantes observaciones de pájaros: Tarabillas comunes, Currucas rabilargas, Collalbas grises muy abundantes, Collalbas rubias y la negras más escasas. Alcaudón común, dorsirrojo y real. Bandos de Pardillos y en las zonas descarnadas: Terreras comunes y marismeña, Cogujada común y montesina, Alondras comunes, Calandrias, Bisbitas pratenses y campestres. Cernícalos y Culebreras.

Calandria común
En Obón hay que dejar el coche y seguir caminando hacia el sur por la margen izquierda del río Martín hasta Penarroyas. Un camino bien preparado que sube y baja desde media ladera hasta el borde del río que hay que cruzar en varias ocasiones. Desniveles suaves y practicables sin mayores dificultades.

Collalba gris
El camino se recorre con agrado, jalonado de plataformas de observación y miradores bien dotados de paneles informativos sobre la geología, paleontología, botánica y pinturas rupestres. Aquí se anotan las aves rupícolas que ya hemos mencionado.

Cogujada común

En los tramos en donde el camino baja hasta el cauce se pasa por sotos de ribera con olmos, chopos, fresnos y sauces. Muchos pajarillos: Chochines, Papamoscas cerrojillo, Colirrojos tizones, Mosquiteros comunes y musicales, Ruiseñor común y bastardo. Herrerillos y Carboneros comunes.

Hembra de Tarabilla común

Ya en Peñarroyas los tajos de calizas grises se trasforman en areniscas rojas con abundantes plataformas y cobijos para rupícolas. Es recomendable seguir el paseo fluvial entre bosquetes de galería que nos puede acercar a la población de Montalbán, cerrando el circuito.
Bisbita campestre
El paseo entre Obón y Peñarroyas es de unos 5 kilómetros pero nos llevará unas seis horas si nos paramos a observar los pájaros con calma. Es conveniente dejar un coche en Peñarroyas para poder recoger el que tuvimos que aparcar en Obón.
Alondra común

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