El próximo fin de semana, concretamente el domingo 23 de Noviembre a las 10 de la mañana, debería finalizar la temporada de caza en la Zona de Seguridad donostiarra que incluye el 95% del Municipio. Decimos que debería terminar porque de la misma forma que no se respeta la apertura de la veda podemos esperar que tampoco se respete el cierre.
Siguiendo la Normativa, en nuestra ciudad solo se puede cazar desde puestos fijos entre el cuarto domingo de septiembre y el cuarto de noviembre. No se puede practicar ninguna actividad cinegética diferente, ni la media veda ni el silvestrismo y ambas se practican con total impunidad.
Dentro de nuestro Municipio existen registrados 243 puestos de los que 9 están fuera de la Zona de Seguridad.En Ulía hay 86 puestos (9 se sitúan en Pasaia). Pero muy pocos (por no decir ninguno) están en regla: no están numerados o lo están mal, el 40% no guarda las distancias a los caminos, algunos están fuera de coordenadas y otros son puestos elevados aparentemente sin autorización, además se pueden ver personas con armas transitando por los caminos, actividad no permitida.
No debemos olvidar que el espíritu con el que se acordó la Zona de Seguridad donostiarra se centraba sobre todo en la preocupación por la minimización de los riesgos de las personas y sus bienes así como para poder garantizar un mejor control de la actividad cinegética. Actualmente ninguna de estas premisas se cumple y la excepcionalidad con la que se creó esta Zona regulada, debe ser revisada.
Las fotografías están obtenidas durante esta temporada que supuestamente finaliza el domingo próximo en el monte Ulía, en pleno Camino de Santiago de la costa y con una afluencia de senderistas cada vez mayor.
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