El pasado lunes nos fuimos a refrescar las ideas al Paseo Nuevo de Donosti que siempre resulta muy relajante.
Aprovechando la bonanza transitoria, un barquito de bajura sale a recuperar su palangrillo.
El temporal amainó de momento con vientos del SW y, con los cielos medio despejados y temperatura suave, siempre se puede disfrutar de los golpes de mar y del penetrante olor a algas (Gelidium) recién segadas por el mar de fondo.Apoyadas en los bloques de arenisca, que rompen las olas, se solean las Gaviotas patiamarillas que forman una buena balsa frente a la Isla de Santa Clara.
Sobre las lajas que entran en el mar, se ven corretear los Vuelvepiedras y, lo que es más curioso, un pequeño grupo de Correlimos oscuro que inverna con nosotros y que se puede considerar una especie realmente escasa. Es una limícola rupícola, regordeta y muy mimética que no para de comer pequeños crustáceos en los charquitos que se forman en la roca desgastada.
Copyright: R. Elosegui, SEO Donostia
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