Para acabar el mes de Noviembre con buen sabor de boca nos acercamos a Barthes y Orx. La bienvenida fue genial, ya que pudimos observar al Águila moteada a una distancia bastante corta. Con ella había 4 ejemplares de córvidos que no le dejaban de incordiar (se atreven con todo!). Para muestra esta foto y un enlace a un video. Sentimos el viñeteo, ya sabeis, digiscoping casero...
http://www.youtube.com/watch?v=Qu-5qsLagAQ
Una vez que el Águila se fue, los córvidos se enzarzarón con un Aguilucho lagunero intentando quitarle la presa que éste había conseguido.
Había también cuatro Cigüeñas blancas, entre ellas una anillada, pero nos fue imposible leer la anilla.
Las anátidas eran abundantes, muchas cercetas, patos cuchara, silbones, ánades frisos, azulones, ... además muchas avefrías, unos cuantos ánsares comunes y algún careto y un aguilucho pálido macho.
Y como es habitual los omnipresentes corzos se dejaron ver con claridad.
A mediodía nos aceramos a Orx, donde había 12 espátulas (una de ella anillada, demasiado lejos como para hacer la lectura), una garceta grande, una pareja de aguiluchos laguneros, una hembra de aguilucho pálido y la preciosa Águila pescadora, en su percha. Por muchas veces que uno la vea no deja de asombrarse con su belleza y elegancia.
El número de anátidas era espectacular, con decenas y decenas de cercetas y patos cuchara, gran cantidad de agujas, algunos ánsares, zarapitos, agachadizas, ánades rabudos, ánades frisos, avefrías,... eso sí, algunos muy lejos, difíciles de identificar.
De vuelta a Berthes para ver la llegada de las grullas nos encontramos con un pequeño número de grullas que ya habían bajado a descansar. Y no fue hasta las 5:30 - 5:45 cuando entró el grupo más numeroso. Para las 6 de la tarde se podían contar unas 700 grullas y un bando muy numeroso (más de 100 ejemplares) de garcillas bueyeras, que se movió desde el agua hacia los arboles circundantes a formar el habitual dormidero.
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