Aún cuando no es extraño en Donostia la depredación de Palomas domésticas y Tórtolas turcas por parte de Halcones peregrinos, resulta curioso y sorprendente lo que muchos ciudadanos pudimos observar ayer en el centro de nuestra ciudad. Al mediodía, un joven halcón degustando una paloma entre las mesas de la terraza del Bar Barandiarán, en pleno Boulevard (Parte Vieja), a escasos cien metros del Ayuntamiento, en un lugar muy transitado y ante la sorpresa de los viandantes.
En los foros ciudadanos ya se le propone para otorgarle la máxima distinción de la ciudad: el “Tambor de Oro”.
La noticia en la prensa aquí.
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