martes, 15 de septiembre de 2009

Humedales vascos al final del verano

Nos asola una sequía que tuesta los prados y que quizás podamos anotar como histórica. Desde luego los amantes de las recolecciones micológicas dan por sentado la pérdida de la campaña de otoño.

Los humedales alaveses (no los embalses) están en mínimos. La falta de precipitaciones y el uso intensivo de los freáticos para aliviar la sed de los cultivos están produciendo en Salburua imágenes que todos los años repiten, pero no con tanta intensidad.

Ya solo queda un pequeño grupo de Cigüeñas que se quedarán con nosotros en invierno, el resto se ha ido. Siguen viéndose una acumulación de Garzas reales y un par de Espátulas que se pelean con los Somormujos por los cangrejos que a penas tienen espacio en los charcos. Los Rascones se han apartado de los observatorios y andarán entre los carrizos.

Se ven todavía una docena de Abejarucos y un buen número de Aviones zapadores, Golondrinas y algún Vencejo común perezoso.
Los ciervos preparándose para la berrea, las hembras juntas en un apretado rebaño y los machos solos y distantes.

En Plaiaundi ya se aprecian los primeros movimientos otoñales. Las limícolas normales para la época, pero la semana pasada pernoctó una Cigüeña negra. Se han visto hasta tres Aguilas pescadoras a la vez reponiendo fuerzas, y un Aguila culebrera sobre la regata Endara.

Copyright: Ramon Elósegui, Rafael del Campo, Xabier Gárate

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