Las aves pueden evitar fácilmente los obstáculos que encuentran en su camino, pero no están preparadas para evitar aquello que es casi invisible. El riesgo de colisión es enorme.
En ocasiones las aves parecen salir indemnes del impacto, pero casi siempre con graves lesiones internas que hacen que el pájaro muera más tarde.
Esto ocurre con cualquier clase de aves e incluye a especies raras y amenazadas.
Palacio del Duque de Mandas (Cristina Enea)
El vidrio es una doble amenaza; por un lado el cielo, árboles y plantas se reflejan en él, dando al pájaro una ilusión de medio natural. Por otro, el vidrio transparente hace que el ave vea lo que hay detrás del obstáculo y no lo tenga en cuenta.
Las aves que huyen de los depredadores son incluso más proclives a chocar porque vuelan hacia la vegetación para protegerse. Por lo tanto, los cristales totalmente transparentes hacen que las aves no los perciban e intenten volar a través de ellos.
En Donostia como en otras poblaciones dinámicas, se están utilizando las grandes cristaleras en las nuevas construcciones y el problema se está repitiendo en muchos puntos del municipio. Tenemos innumerables ejemplos de estas trampas mortales y lo preocupante es que se siga construyendo sin tener en cuenta esta grave situación, incluso por parte de la Administración municipal, foral y autonómica.
Ave muerta en Cristina Enea la pasada semana
Podéis ver ejemplos en el Parque Empresarial de Zuatzu, en el de Miramón, los ascensores que se están instalando en la ciudad para acceder a diferentes zonas, los jardines que rodean el edificio de los juzgados, el palacio del Duque de Mandas en el parque de Cristina Enea, las defensas anti-ruido de la variante... Incluso la todavía no colocada protección de la terraza superior del Aquarium, que va a ser transparente..
Por supuesto no es un suceso exclusivo de nuestra ciudad sino que se repite en cualquier cristalera de ciertas dimensiones que esté próxima a vegetación arbórea
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