Placa provisional a la espera de la definitiva en cerámica |
Pintar la inmortal obra de Pablo Ruiz Picasso, “El
Guernica”, en tres dimensiones y sobre la corteza viva de unas hayas en
Antzeri, desborda la intención artística y estética en la búsqueda de revivir
un símbolo, quizás el símbolo contemporáneo más profundo y potente del País de
los Vascos. Símbolo recibido, asumido y proyectado universalmente.
Cuando el símbolo arraiga entra a formar parte del
inconsciente colectivo al tiempo que se interrelaciona con otros símbolos
afines, generando más materia al cosmos de lo simbólico como referente de
nuestra existencia terrenal, las ideas, los sentimientos, las vivencias, las
emociones, los sueños…
Este sábado 22 de diciembre de 2012, se han plantado 7
jóvenes hayas, una por cada herrialde de nuestro pequeño país. Como el
milenario mito de “Kixmi”, asociado a la fecha del nacimiento de Cristo, nos habla
del fin de los “gentiles”, este “bosquete” nos dice que nuestro mundo, nuestra
sociedad, no puede seguir la senda de la insensata destrucción de nuestro
Patrimonio Natural.
No se han plantado en cualquier lugar, están a la vera de
la ermita gótico tardía de Santa Luzia, sombreada por una gran encina y al paso
de los peregrinos a Santiago por el camino de la costa, en Gernika-Lumo,
municipio bizkaino escenario del cruel bombardeo y enclavado dentro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai,
donde otro árbol, un roble, simboliza lo que somos como pueblo. Los símbolos,
como las gentes, son más fuertes cuando actúan aunados.
Todo acto simbólico requiere del rito. Conjunto a la
acción de hundir las raíces de estos plantones en tierra de Gernika, se
verbaliza en un comunicado el sentido de la propia acción. Así dos concejales
del navarro Valle de Erro, junto con el concejal de Medio Ambiente del
municipio anfitrión, en representación de sus pueblos leyeron a los presentes y
a los medios de comunicación, en una sencilla pero emotiva ceremonia, el
siguiente texto:
COORDINADORA MONTE ALDUIDE y SEO/BirdLife
GERNIKA – LUMO apadrina un grupo de
hayas de los bosques protegidos de Zilbeti como respaldo a la defensa planteada
por los valles pirenaicos navarros en defensa de su territorio
Refugio es precisamente lo que hace 75 años buscaba
desesperadamente la vecindad del pueblo de Gernika ante el bombardero
indiscriminado y desproporcionado de la Legión Condor al
servicio del fascismo. Rabia, impotencia, desolación, muerte, horror, todo un
pueblo hecho trizas es lo que dejó la desmesura y sin razón de aquellos que no
les importó los muertos que pudieran quedar bajo el escombro. Hoy día, ¾ de
siglo después, resurgiendo de sus cenizas con el esfuerzo de su pueblo,
allegados y amistades, Gernika se ha convertido en un icono de esperanza y
perseverancia.
Amistad y admiración es pués, lo que desde nuestros
pequeños pueblos del pirineo de Euskalerria queremos transmitir y traer hoy
aquí. Buscando ese “refugio” para que algunas de las hayas del bosque de
Zilbeti, bajo el mismo cielo que el Roble de Gernika puedan sobrevivir a la
barbarie y destrucción que el proyecto de apertura de una mina planea para este
hayedo. Bosque que se encuentra en las laderas del monte Adi, dentro de la Zona de Especial Conservación
(ZEC) “Monte Alduide” de los espacios naturales protegidos europeos.
A las puertas del primer aniversario de la entrada de
aquellas máquinas enviadas por Magna (Magnesitas de Navarra, S.A.) para la
realización de sondeos, tala de árboles y extracción de mineral del bosque de
Antzeri, hemos sabido que el Gobierno de Navarra ha vuelto a autorizar nuevos
sondeos, talas y extracciones de mineral, con resoluciones que carecen de la
legalidad necesarias, pero que vuelven a respaldar a la empresa minera para que
pueda realizar lo que la opinión pública impidió durante las Navidades pasadas.
Frente a la acción destructora de la maquinaria pesada
minera, hemos optado por la utilización del arte como expresión y herramienta
de sensibilización de la opinión pública. Frente al ocultismo y
clientismo, hemos optado por la
transparencia y claridad del mensaje con ayuda
de la reproducción del “Guernica”, en el soporte y marco naturales de un
denso bosque de hayas jóvenes. Lo hemos querido hacer utilizando las únicas
armas que tiene el bosque para defenderse y sobrevivir: su colorido, silencio,
serenidad y hermosura. Un cuadro del Guernica en 3 dimensiones pintados sobre
la corteza viva de las hayas.
Monte Alduide es una ZEC dentro de la Red Natura 2000, máximo
nivel de protección a nivel europeo y la primera creada en Navarra en donde no
se recoge la posibilidad de la realización de ningún tipo de actividad minera.
Pero aun así son dos los proyectos mineros que con la permisibilidad del
Gobierno de Navarra se quieren realizar, éste de Magna y otro promovido por Sílice Navarra, S.L. en el
término de Mendiaundi en Aurizberri / Espinal.
La lucha que comenzamos hace ahora 5 años, se
encuentra en la Sala
de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Somos
conscientes que las presiones tanto de la propia empresa, como de autoridades
locales y Gobierno de Navarra por realizar el proyecto se han agudizado y van a
continuar así hasta que se doblegue la ley.
Sirva el esfuerzo realizado en la reproducción del
Guernica como un intento por la defensa del patrimonio natural, patrimonio de
todos nosotros y nosotras que a lo largo y ancho de toda Euskalerria se ve
amenazado por la sed de dinero fácil y apetito insaciable de los grandes
capitales, muchas veces ajenos a la realidad de donde vivimos. Con el acto de
hoy y entrega simbólica de estas siete zarakas, hayas jóvenes,
simbolizamos la solidaridad y respeto por la conservación del entorno y entrega
de un lugar mejor a las generaciones futuras. Y además con la representación
del Guernica y su significado, al cuál no caben añadir palabras, hemos unido
nuestros dos pueblos. Crecerán estas hayas en la noble tierra de Gernika-Lumo,
las pinturas utilizadas, orgánicas y biodegradables algún día la lluvia y
viento se ocuparán de deshacer, dejando imborrable sólo el recuerdo. Volverá el
hayedo a mostrarnos su aspecto original, y, ojalá que así siga siendo siempre.
Generaciones futuras observarán y aprenderán de lo que un día se hizo y se
pretendía hacer, guardaremos estos hechos en la memoria colectiva y de esta
manera, ayudaremos a crecer como pueblo.
Gernika-Lumo, 22 de diciembre de 2012
Es imposible despedirse de Gernika sin antes visitar al venerado tronco, al Roble, al árbol por excelencia, que hoy reparte sus vástagos por todo el mundo, acogidos por la diáspora vasca, “la octava provincia”, para que jamás se rompa su vínculo con la tierra de origen.
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