Desde 1997, se celebra cada año, el día 2 de febrero, esta
jornada dedicada a la concienciación social sobre los grandes valores
medioambientales que atesoran los espacios naturales vinculados a las masas de
agua de poca profundidad, sean estas dulces, saldas o salobres, continentales o
costeras, estacionales o permanentes, superficiales o subterráneas: Las tierras
húmedas, los humedales.
Los humedales albergan especies de flora y fauna
diferenciada de la de otros ecosistemas, con características propias en
relación al tipo de sus aguas, su morfología y su ubicación geográfica.
Dentro de la comunidad biológica de los humedales, a
nosotros nos interesan especialmente las aves, conscientes de que estas
dependen del estado de conservación de estos espacios.
Los humedales son de los territorios más amenazados en
todo el planeta. La degradación, la reducción e incluso la desaparición de
estos espacios viene principalmente de su transformación para usos agrícolas,
industriales, urbanísticos o del abuso de su explotación, no siendo ajeno el
cambio climático de origen antrópico. De ahí el concepto de “uso racional de
los recursos” para la preservación de su existencia y la riquezas que atesoran
y nos aportan.
Conscientes de esta importancia y de las amenazas que se
ciernen sobre ellos, se creó un tratado intergubernamental para la conservación
y el uso racional de los humedales y sus recursos. Este tratado se llamó
“Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional” y es conocido
como la Convención Ramsar , por ser este
el nombre de la ciudad iraní donde se firmó en 1971, aunque su entrada en vigor
ocurriera cuatro años más tarde.
BirdLife Internacional, cuyo representante en el estado
español es la SEO ,
es una de las entidades que forman parte de la Convención Ramsar ,
donde trabaja en coordinación con otras ONG´s y administraciones. La dinámica
de la vida natural y el desarrollo humano, mantiene en permanente
actividad a estas organizaciones,
velando por la necesaria conservación y salvaguarda de los humedales.
Casi 2.000 son los lugares incluidos en la Lista Ramsar , todos ellos
considerados cruciales para la pervivencia de estos sistemas, creando una red de
protección interrelacionada a nivel global. Estos lugares se encuentran
repartidos entre más de 160 países y cubren una extensión que ronda los 200
millones de hectáreas.
Txingudi es uno de esos 2.000 espacios y deberíamos ser
plenamente conscientes de la importancia de las escasas 130 has. que aporta a
los 200 millones que conforman la Lista
Ramsar , siendo además el único de Gipuzkoa, desde que se
incorporó el 24 de octubre de 2002.
La bahía de Txingudi, donde el Bidasoa lejos de ser
“frontera natural” es “unidad ecológica”, por sus valores intrínsecos
medioambientales pertenece a la Red Natura 2000, a uno y otro lado de
la muga, no importando si se le llama Chingoudy y al río la Bidassoa. Txingudi
es Red Natura 2000 por haber sido incluida en las dos figuras de protección
medioambiental de mayor rango en Europa: LIC (Lugar de Importancia Comunitaria,
que pasará a ser ZEC, Zona de Especial Conservación, cuando se apruebe su plan
de gestión) y ZEPA (Zona de Especial protección para las Aves), siendo también
la única ZEPA gipuzkoana.
Una vez más, SEO/BirdLife Donostia conmemorará este Día
Mundial de Humedales, instalando una mesa informativa en el corazón de
Txingudi, a la entrada del Parque Ecológico de Plaiaundi. Desde allí
intentaremos acercar a los visitantes interesados, estos y otros valores del
lugar y de la necesidad de conservar a las aves silvestres y sus hábitats, a
nivel local y global. Acompañaremos, poniendo nuestra experiencia y equipos
ópticos, a disposición de quien quiera visitar Plaiaundi y aproximarse más al
mundo de nuestra avifauna.
Como las tres patas del soporte donde apoyamos los
telescopios, Lugar Ramsar, Red Natura 2000 y la labor de la Sociedad Española
de Ornitología, serán el trípode de nuestra participación, en el intento de
divulgar y contagiar el respeto y admiración, amor en suma, que sentimos por
las aves y la necesidad de la implicación ciudadana en su conservación.
SEO/BirdLife, acaba de comenzar una campaña de
sensibilización y transmisión a la ciudadanía de lo que es la
Red Natura 2000, que siendo la herramienta
clave para la conservación de nuestros espacios naturales, es una de las
grandes desconocidas de la población. La campaña se llama “Activa tu auténtica
riqueza, Red Natura 2000” .
Aunque en la actualidad la bahía de Txingudi es solo una
pequeña parte de lo que era el amplio estuario natural del Bidasoa y que su
espacio está acosado por la trama urbana e infraestructuras de transporte
(ferrocarril, carreteras y aeropuerto), su ubicación geográfica y sus
características, aún conserva grandes valores y su potencial real es sensiblemente mayor.
Txingudi, como espacio, es la desembocadura del río
Bidasoa y abarca desde el límite de la influencia mareal aguas arriba, Lastaola,
hasta la entrega de sus aguas al mar Cantábrico, entre los extremos norte de
Hondarribia y Hendaia. Otro río, de menor tamaño (que acostumbramos a llamar
“regata”), el Jaizubia, también vuelca sus aguas al estuario y alberga el mayor
carrizal gipuzkoano en su tramo intermareal integrado en Txingudi.
Sin entrar en detalles cartográficos, ni precisando sus
límites, estas son las zonas de la bahía, con independencia de su clasificación
en las figuras de protección y señalando los puntos de su margen izquierda, la
gipuzkoana:
A. - Vega de Lastaola y Alunda
a. – Rivera de Zaisa
B. -
Islas del Bidasoa (Irukanale,
Galera y Santiago Aurrera)
b. – Oxinbiribil
C. – Plaiaundi
c. – Chaca del aeropuerto (San
Rafael)
D. – Vega de Jaizubia
d. – Vega de Amute-Kosta
Antes que LIC, ZEPA y Ramsar, Txingudi tiene
una normativa de origen, el Plan Especial para la Protección y Ordenación
de los Recursos Naturales del Área de Txingudi (que lógicamente llamamos Plan
Especial, a secas) que está en la base de la regeneración medioambiental de la
bahía y que abarca zonas no incluidas en
las tres figuras de protección citadas. Los planes de gestión y uso que
desarrolle la futura ZEC nunca podrán ser contradictorios ni restar protección
a los espacios recogidos en el Plan Especial, y este, deberá seguir vigente en
los espacios que no lleguen a cubrir las mencionadas figuras.
Las administraciones públicas, competentes en las
diferentes materias y asuntos del lugar, tiene la obligación legal de cumplir y
hacer cumplir, toda la normativa y medidas que emanan de las distintas
protecciones medioambientales que se han citado, pero solo el conocimiento, el
aprecio y la implicación de la ciudadanía, individualmente o en asociaciones
como la nuestra, serán el verdadero impulso para que se cumpla lo que es de
obligado cumplimiento.
No se trata de que, para quienes amamos a las aves y la Naturaleza en general,
todo nos parezca insuficiente en materia de restauración y conservación
medioambiental es que, sencillamente, el nivel de cumplimiento de sus
obligaciones por parte de nuestros
gobernantes, a todos los niveles, es, en demasiadas ocasiones, francamente
deficiente.
Pero pese a todas las reclamaciones que siguen pendientes,
el Día Mundial de las Aves, también es un día de celebración, y qué mejor
manera de celebrarlo que compartiendo con compañeros y visitantes, tanto de
este blog como de la mesa informativa y del propio Parque Ecológico, el
respeto, admiración y conocimiento, imprescindibles para garantizar la
preservación y mejora de estos espacios naturales junto a la biodiversidad que
contienen.
Esperamos que las fotos que acompañan a esta entrada,
tomadas todas en Txingudi, alivien un poco lo espeso del texto mientras nos
acercan, una vez más, al lugar y al placer de la observación ornitológica.
Si vais a Plaiaundi este próximo sábado 2 de febrero, no
dudes en acercarte a la mesa donde estaremos durante la mañana. Allí os
esperamos.
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