domingo, 20 de mayo de 2012

AMORES AL ATARDECER

Estos pasados días han ido llegando los primeros Alcaudones dorsirrojos a Gipuzkoa. Me he acercado a una de sus zonas de cría para intentar su localización y, efectivamente, en una de las alambradas que delimitan los abundantes prados de corte, allí estaba el primero. 
Con las lluvias de esta primavera la hierba está altísima y sirve de perfecto aguardo para intentar la aproximación. Solo toca esperar que se acerque a uno de sus posaderos habituales…
Pero, el pajarero propone y las aves disponen. Pasan largos minutos y el Alcaudón no aparece…, hasta que de forma sorpresiva viene a posarse en el poste un ave que se muestra de frente. Pero… no es un Alcaudón. Es un Torcecuellos…. 


     TORCECUELLOS EUROASIÁTICO

El ave cambia de posadero y se aleja un tanto. Un sutil retoque en la dirección del tele y ahí está.




El ejemplar hace leves movimientos, cambia su cuerpo de orientación, gira su cuello como buscando algo a su alrededor, vuelve a cambiar de ubicación…, cuando aparece un segundo Torcecuellos….



Enseguida percibo que es algo más que una casualidad. En realidad, el macho está persiguiendo a la hembra, que en celo, se muestra receptiva.
Sin ningún prolegómeno, se inicia la cópula con una especie de contorsión imposible, que me hace temer que la pareja acabe en el suelo.


  JYNX TORQUILLA

Recobran la posición manteniendo el equilibrio, y el ritual continúa de manera ya más “tradicional”. Son sólo unos pocos segundos… Al terminar, el macho remolonea unos instantes alrededor de la hembra y abandona la zona. 



Pero no es por mucho tiempo, ya que vuelve a los pocos segundos y se produce una segunda cópula.


                     

El Torcecuellos euroasiático, es un pícido atípico, ya que no excava sus nidos y es migrante africano, lo que le diferencia del resto de su especie.
Es un ave mimética, bastante esquiva, gran devoradora de insectos, preferentemente, hormigas larvarias o adultas, a las que captura con su desproporcionada lengua.


 LEPITZULIA

La secuencia termina con los últimos rayos de sol del atardecer, apenas tamizando la silueta de uno de los protagonistas.
Una temporada más, los nuevos retoños de Torcecuellos alborotarán la campiña hernaniarra, que seguirá siendo fuente de vida, alimento y cobijo para estas avecillas de canto monocorde.

Alfredo Valiente
Técnica digiscoping

3 comentarios:

  1. En la cuarta foto parece que la pone pico arriba ¿? Muy buena la serie, enhorabuena!!
    Saludos

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  2. Gracias por los comentarios, Ernesto y Campero.
    A veces,es necesario un poco de suerte para lograr este tipo de imágenes. Otras, las mayoría, esa suerte se encuentra con paciencia, constancia y conocimiento del medio.
    Bien lo sabéis los dos.

    Saludos
    Alfredo

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